Cuando los votos empujan más que las turbinas
La caída en la cantidad de contagios, pero sobre todo el resultado de las elecciones primarias de la última semana y la necesidad del oficialismo de remontar urgente la derrota, lograron lo que el turismo y la aviación, como sectores, reclamaban con escaso éxito frente a un gobierno sordo. Es decir, la apertura de fronteras y la predisposición a recibir turismo para preservar algún atisbo de lo que aún queda de ambos sectores. La necesidad de recuperar algo de lo extraviado, inevitablemente -y por suerte- llevará a flexibilizar la oferta de vuelos y darle a la industria y a los usuarios algo que hace más de un año reclaman sin ser escuchados: previsibilidad. Es evidente que el resultado electoral tomó a muchos –o a casi todos– por sorpresa.
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