Aviación News ¦ Edición nº 798 ¦ Jueves 19 de diciembre de 2019

CON EL FOCO EN UNA AVIACION SUSTENTABLE, PASÓ UNA NUEVA EDICIÓN DEL GLOBAL MEDIA DAY DE IATA (continuación)

De Juniac indicó que “desde que el combustible sustentable para la aviación (SAF) se certificó por primera vez como listo para su uso en operaciones comerciales en 2009, más de 215.000 vuelos comerciales han operado utilizando alguna mezcla de este combustible bajo en carbono a través de 40 aerolíneas y 6 mil millones de litros en contratos de compra”. “La industria cree que se podrá alcanzar el 2% del combustible global para aviones de fuentes no fósiles para 2025, lo que podría crear un punto de inflexión para la producción y el costo del SAF. Las 14 instalaciones de producción que operan actualmente, en construcción o en las etapas finales de financiamiento y planificación, llevan a la industria un largo camino hacia la meta del 2%”. “Para 2050, necesitamos que las emisiones de CO2 a la atmósfera, provocadas por la industria aérea, desciendan más allá de los niveles que teníamos en 2005. Lo que estamos haciendo no es suficiente, lo sabemos” señaló por su parte Michael Gill, director ejecutivo de Aviación Medioambiental de la IATA. A partir del 1 de enero de 2020, el Esquema para Reducción de las Emisiones de CO2 en la aviación comercial, mejor conocido como CORSIA, entrará en vigor y tendrá por objetivo reducir progresivamente los niveles de emisiones de CO2 en la industria, a través de proyectos de neutralización. Sin embargo, CORSIA “no es una solución mágica, no es una bala de plata. Es un sistema probado y medible que nos da tiempo para que estemos listos para descarbonizar nuestras sociedades y permitir la entrada de aviones ecosustentables. Sin embargo, estos no estarán listos hasta dentro de 15 años” señaló, por su parte Kai Landwehr, miembro de la asociación suiza My Climate, la cual ha trabajado en programas de neutralización de emisiones con aerolíneas como Lufthansa y SWISS. Finalmente, el representante de la IATA recordó que los impuestos a la aviación no son la solución. Si un país impone nuevas tasas a la industria, para apoyar al cuidado medioambiental, lo único que logrará es que las aerolíneas busquen nuevas formas de maximizar sus ganancias. “Creer que poner un impuesto, que tumbará la demanda en 10%, provocará una caída de las emisiones de CO2 no es lógico, porque las aerolíneas buscarían otros mercados en los que utilizar sus aviones, no los dejarían en tierra”, señaló Adam. “Si tienen la oportunidad de utilizar su equipo en otra ruta y mantenerlo productivo, lo van a hacer”.