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 Está claro que pérdidas netas y subsidios no son lo mismo, aunque al final del proceso deberían acercarse. Los subsidios no solo toman la forma de fondos que se transfieren desde el Estado, sino que pueden adquirir la figura de un crédito del Banco Nación hacia Aerolíneas (Decreto 668/2019) por U$S 100 millones con garantía estatal, sino también compromisos que se van postergando (deudas) por combustible, uso de aeropuertos y otros servicios, impuestos, etc., que en algún momento alguien deberá cubrir. Es claro que, "lo que no se cubre con subsidios se cubre con deuda".
Si bien hace unos días trascendió por los pasillos del Ministerio de Transporte que los fondos remitidos desde el Tesoro para el Grupo Aerolíneas superaban, al 16 de octubre, los 23.000 millones de pesos (incluye los 5.600 millones de hace unos días, por redistribución de partidas presupuestarias Decisión Administrativa 847/2019), desde las oficinas cercanas a las del ministro Guillermo Dietrich siguen insistiendo en que los subsidios estarán entre los 250 y 270 millones de dólares, aunque por lo bajo en Aerolíneas ya aceptan que podrían superar los U$S 300 millones y hasta alcanzar los U$S 320 millones. Claro que de confirmarse los 23.000 millones de pesos, a un dólar de 60, las transferencias ya realizadas rondarían los U$S 383 millones.
 Aunque obviamente, como ocurre con las pérdidas, todo depende de la cotización del dólar que se toma para hacer la conversión. Por ejemplo, los 23.000 millones de pesos que la empresa ya recibió se transformarían en U$S 560 millones si se toma el valor promedio hasta el 30 de septiembre (44,54) según el Banco Central. El año pasado, por ejemplo, Aerolíneas y el Gobierno solo admitieron haber recibido transferencias de fondos por U$S 198 millones. Claro que si la cuenta se hace sobre el dólar promedio del año (ya que el dinero se recibió a lo largo del mismo) la cifra crece un 50%.
¿A cuando ascenderían entonces las pérdidas y los subsidios este año para el grupo, partiendo de un reconocimiento explícito de que los números, fruto de la crisis económica, serían este años peores que los del 2018? Eso lleva a especialistas en el sector aéreo a ubicar las pérdidas para este año en torno a los U$S 700 millones y los fondos suministrados por el Estado, por todo concepto, en los U$S 600.
 Aún por debajo, es cierto, pero cada vez más cerca de los U$S 678 millones promedio que recibió el Grupo cada año entre el 2008 y el 2015 (gestión Julio Alak/Mariano Recalde). De cualquier manera, cifras que sorprenden: por ejemplo, si se comparan los 23.000 millones que ya se llevan transferidos este año con los 32.000 millones que este martes el Gobierno debió pedirle prestado al Banco Nación y a la ANSES para cancelar deuda pública o los 10.000 millones que demandaría la rebaja del IVA a los alimentos este año y que más de la mitad el Gobierno deberá compensar, por interpretación de la Corte Suprema, a las provincias.
Más impresionante son los fondos trasferidos al grupo Aerolíneas desde el 2008, cuando volvió al Estado: U$S 5.966 millones (datos oficiales hasta el 2018) que treparían a U$S 6.500 si se confirma el estimados para este año. Monto suficiente como para comprar casi la totalidad de las acciones de Latam (valuación actual U$S 6.912 millones), la mitad de las de American Airlines (U$S 12.925 millones), el 68% de IAG (U$S 10.372 millones), un paquete compuesto por Air France/KLM (U$S 4.529 millones), Avianca (U$S 526 millones), Aeroméxico (U$S 513 millones) y Norwegian (U$S 543 millones), o casi la totalidad de las acciones de GOL y Azul juntas (U$S 2.983 millones y U$S 4.186 millones, respectivamente).
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