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 Efromovich confirmó que adquirió el 100 por ciento de Macair por tratarse de una empresa chica, prolija, sin pasivos ni problemas, que tiene certificados y algunas rutas, aunque reconoció que esperan el llamado a audiencia pública, prometida ahora para agosto, para armar la red proyectada. El empresario, que se sorprendió cuando los periodistas le comentaron que la última audiencia por decisión del anterior gobierno fue hace 11 años, explicó que podrían haber creado una empresa desde cero pero que al adquirir una aerolínea funcionando les ahorraba por lo menos dos años en el armado. Respecto al hecho de que Macair fuera propiedad de la familia del presidente, dijo que se la eligió porque era la que más se adecuaba a sus necesidades y que ni siquiera conoció a Franco Macri: “es un empresario muy importante como para ocuparse de algo tan insignificante”. No obstante, confirmó que Carlos Colunga, histórico referente de Macair, será el CEO de la compañía argentina que están constituyendo.
Consultado por qué ahora sí cuando a uno de los periodistas presentes le había dicho en 2006, en Fidae, que no le interesaba entrar al mercado argentino, sostuvo que ahora sí porque había otra visión en el país, con un gobierno que busca atraer inversiones extranjeras y propone competencia, pese a Aerolíneas Argentinas. “¿Para qué íbamos a venir antes si escuchábamos los gritos de LAN?", dijo irónico. Para agregar: “Según escucharon al ministro de Transporte, habrá una empresa de bandera que deberá competir, y no recibirá subsidios. No vamos a entrar en un mercado donde haya compañías que están subsidiadas”.
 Al revés de lo que se podría suponer, Efromovich dijo coincidir con la política del gobierno de mantener una banda tarifaria inferior para evitar una competencia depredatoria. Si el precio es justo –razonó- obliga a las compañías a competir por experiencia y por servicio e impide que alguien, en la desesperación, baje los precios y a los seis meses quiebre. “No estamos aquí para generar una competencia depredatoria, sino para ocupar el espacio que nos permita el espacio a volar”. Entre los objetivos, dijo también, está alimentar los vuelos de Aerolíneas y LAN y los internacionales de Avianca.
La compañía internacional, que hoy está limitada su operación a Ezeiza por los acuerdos bilaterales a solo 4 frecuencias semanales entre Buenos Aires y Bogotá, busca no solo incrementar esta oferta sino que ya tienen programados vuelos desde Córdoba y Mendoza a Bogotá y Lima. ¿Qué pasa mientras tanto con Avianca Brasil? “Por ahora no podrá llegar a la Argentina dado que los cupos entre este país y Brasil ya están cubiertos, pero eso no quiere decir que no esté en nuestro radar”.
Consultado si no consideraba que corría en desventaja al competir con los jet de la competencia, Efromovich defendió los turbohélices - poniendo como ejemplo su difusión en Europa y Estados Unidos - para el tipo de operación y destinos que van a operar. “El mercado argentino tiene espacio para volar durante muchos años con turbohélices, aunque eso no quiere decir que en equis tiempo no podamos traer aviones de cualquier tamaño”, concluyó.
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