Aviación News ¦ Edición nº 501 ¦ Jueves 10 de abril de 2014

ENCUESTA PARTE 2: ¿QUÉ HABRÍA QUE HACER CON AEROLÍNEAS ARGENTINAS? (Continuación)

Aclaramos cuando publicamos la primera parte, que la encuesta no se atribuía rigor científico ni buscaba resultados cuantitativos, sino solo lograr una aproximación al pensamiento sobre el tema de los principales referentes de la actividad en la Argentina. Analizadas las respuesta a la primera pregunta, esto es “qué se suponía que podrá pasar con la compañía a partir del cambio de autoridades en diciembre del 2015” surgía que había tres grandes líneas de pensamiento: los que piensan que no va pasar nada y que todo va a seguir como hasta ahora, los que pronostican cambios pero aceptando que éstos dependerán de quien gane las próximas elecciones y los que vaticinan un cambio radical argumentando que, gane quien gane, “no se puede seguir como hasta ahora”.

No ocurre lo mismo con las respuestas a la segunda pregunta. Y aunque hay puntos en los que hay coincidencias importantes, como la necesidad de resolver la situación legal-institucional de la empresa, contar con un management profesional, separar Austral de Aerolíneas, racionalizar las empresas y reducir drásticamente los subsidios, es imposible encontrar coincidencias absolutas. Por ese motivo es que en esta segunda parte de la encuesta vamos a publicar una selección de respuestas que en conjunto, con sus coincidencias y diferencias, nos muestre de qué manera piensan los principales referentes de la industria se debe encarar a partir del 2015 “el problema Aerolíneas Argentinas”.

¿Qué habría que hacer con Aerolíneas Argentinas?
• “Se debería vender Austral, o convertirla en una sociedad mixta, pero con mayoría privada. En tanto se debería racionalizar al máximo la operación de Aerolíneas para luego convertirla también en una sociedad mixta”

• “Se debería buscar un socio privado, con experiencia, para que la opere con eficiencia. Sacaría al personal que fue asignado políticamente, pero le daría participación accionaria a los empleados para reducir la conflictividad gremial y se ocupen y preocupen por su empresa. No veo mayores problemas con la flota ya que se ha homogenizado y rejuvenecido”.

• “Comenzaría por solucionar el problema societario para transformarla en una autentica empresa del Estado y sujetarla al control de la Auditoria del Estado. Revisaría todas las designaciones de funcionarios realizadas en los últimos años. Analizaría las operaciones buscando identificar el origen de las pérdidas, además de definir claramente los roles de Aerolíneas y Austral para evitar superposición que impliquen ineficiencias y costos. Eliminaría todas las prebendas especiales para Aerolíneas para que deba captar el tráfico por eficiencia y buen servicio y no por la existencia de un tráfico cautivo”.

• “El problema histórico de Aerolíneas (incluyendo a Austral) es su incapacidad para competir. Ambas empresas, son deficitarias como consecuencia de yields bajos, altos costos de estructura y baja productividad de los recursos humanos y de las aeronaves. Si el mejor consultor de la industria aérea llegara a analizar el conjunto de empresas (Aerolíneas, Austral, Aerohandling, Jet Paq, y Optar), seguramente daría como potenciales remedios los siguiente: aumentar los yields (aunque caiga la demanda), reducir la operación de internacional hasta que se fortalezca la empresa y empiece a operar en break even, aumentar la productividad de las aeronaves (reduciendo los turn around time, mejorando el mantenimiento, etc), reduciendo la plantilla de personal a valores lógicos en función de la operación (a pesar de la huelgas que seguro habrá que soportar), y renegociar los convenios laborales. Obviamente, no son acciones fáciles de tomar y se necesita mucho poder político para llevarlas a cabo. Sin embargo, son acciones necesarias para poder hacer viable la compañía”.

• “Cerrarla y volverla a abrir”.

• “Debería evaluarse su futuro como empresa mixta, reducción de gastos y management privado”.

• “Debería continuar siendo estatal, pero tratando de mejorar su resultado económico hasta llegar a su auto financiamiento”.

• “Se debería favorecer a los pasajeros, quitándole la faja de protección con la que hoy cuenta y liberar las posibilidades del resto de las aéreas nacionales”.

• Tal y como está estructurada hoy es muy difícil hacerla rentable ya que el mensaje de los directivos es que no es una empresa comercial sino de servicios. En cabotaje habría que dejar de operar escalas no rentables como Rosario, Santa Fe, Mar del Plata, San Rafael, etc, etc, pero sería políticamente incorrecto. Si existiera una política aerocomercial coherente, todas esas rutas deberían ser operadas por empresas menores con aviones de menor porte. En lo internacional se debe potenciar el segmento corporativo. Siempre nos enseñaron que los aviones se venden de adelante hacia atrás. Hoy eso no ocurre. Aquí no hay misterios: simplemente hay que copiar lo que hacen bien los demás”.

• Debería continuar siendo estatal con un fuerte control de costos y gastos, y sueldos acordes al mercado y no sobrevaluados como los actuales”.

• “Mantener al menos las inversiones realizadas y fortalecerlas aún mas para seguir creciendo”.

• “Reprivatizarla”.

• “Primero recomendaría por razones de ética y transparencia hacer que sea una empresa pública en vez de una empresa estatizada. Concursaría de manera pública internacional los cargos más importantes de la empresa, aunque el directorio tuviese integrantes de la política. Vería de separar a Austral, bien como empresa pública o privada”.

• “Derogación del artículo 9 de la ley 26412, que dice: En ningún caso el Estado Nacional cederá la mayoría accionaria de la sociedad, la capacidad de decisión estratégica y el derecho de veto en las decisiones de la misma. Luego modificaría el código aeronáutico, esencialmente eliminando la exigencia de mayoría del capital nacional y propondría su privatización mediante una licitación internacional. En el ínterin fijaría una ayuda decreciente por parte del Estado por un lapso no mayor a 18 meses. Si no pudiera ser privatizada por falta de postulantes, cosa muy probable, y no pudiera generar recursos para su subsistencia, dispondría su disolución y liquidación”.

• Venderla a una sociedad extranjera aunque siempre existe el riesgo de algún interesado en hacerse “una diferencia” (casos Pescarmona, Mata, etc.). No cometería el error de venderla a una aerolínea con rutas concurrentes, como fue con Iberia y American Airlines. Desdoblaría al grupo en dos unidades de negocio, con contabilidades independientes, una para vuelos internos y regionales y otra para internacionales. La primera podría seguir gozando de las prerrogativas laborales bajo la protección del Estado. Pero la segunda debiera cumplir con los estándares económicos y de servicio de cualquiera de sus competidores extranjeros. Esta última, más chica y eficiente”.

• “Se debería debatir y evaluar profundamente la viabilidad política, económica financiera de continuar con la operación de Aerolíneas y Austral. De continuar, se debería hacer un fuerte ajuste operativo, comercial y de personal, se deberían eliminar los subsidios, renegociar los leasings y las compras pendientes. Levantaría destinos deficitarios, renegociaría fuertemente convenios con la cadena de comercialización y distribución y encararía una fuerte y dura renegociación con los gremios, denunciando los Convenio Colectivos a la luz de la posible quiebra y liquidación de la empresa”.

• “Hacerla rentable”.

• “Creo fielmente en las empresas mixtas, cuyos accionistas (el Estado y un privado) definan claramente la estrategia y objetivos de la empresa a 10 años, con un mapa de metas anuales. Esta empresa mixta debe ser administrada por el socio privado, que debe ser una empresa estratégica internacional del mismo rubro, es decir, una línea aérea internacional. Nada de esto sirve si no se cuenta con la garantía de los sindicatos de no boicotear la operación, para lo cual es importante que formen parte del Directorio y participen del plan estratégico”.

• “Indudablemente se impone a partir de 2015 una mayor racionalización en la administración de los recursos. Es insostenible el esquema de subsidios actual de Aerolíneas Argentinas, básicamente porque el Estado no es tan rico como en la época en que se nacionalizó la empresa y la opinión pública tampoco va a apoyar semejante privilegio indefinidamente. Se viene una administración que, quizás, buscando este equilibro en las cuentas aumente las tarifas y sea menos generosa con el personal”.

• “Antes de abordar el tema Aerolíneas habría que definir una política aerocomercial para el país, por lo que se debería reemplazar la mutilada 19030. La empresa debe continuar siendo de mayoría estatal y, si se da la posibilidad, dar participación minoritaria a un operador internacional (algo similar a lo que proponía Rodolfo Terragno pero con pautas establecidas en la Ley). Entre los objetivos fijados por ley debería figurar garantizar la adecuada comunicación de todo el territorio nacional”.

• “Lo más racional sería separar Austral y venderla. Luego pondría Aerolíneas a hacer lo que debe hacer: unir el país, que no es lo mismo que perder plata volando, por ejemplo, a Nueva York”.

• “Cuando leo que Chile tiene 16 millones de habitantes y 16 millones de pasajeros domésticos, mientras que nosotros tenemos 40 millones de habitantes y 8,3 millones de pasajeros llego fácil a la conclusión de que hay que cambiar todo. Cambiar, por ejemplo, la legislación fundamentalmente abriendo el juego a capitales internacionales y poner a la empresa a competir. La mayor parte de las rutas argentinas pueden ser operadas por empresas privadas. Es cuestión de darles un ambiente en el que puedan funcionar. Lo importante no es lo que pase con Aerolíneas Argentinas, sino lo que pase en el sector. Si el tráfico crece (y tiene lugar para crecer) habrá trabajo y prosperidad. Si sigue como hasta ahora no. Quizás haya algunas rutas que requieran algún subsidio. Esos subsidios deben ser pagados por los municipios y las provincias, que son los interesados en que los servicios se presten.”

• Debería firmar acuerdos con líneas aéreas de SkyTeam para destinos en USA y Europa, y cerrar la operación internacional”.

• “Sin duda incorporar un managment que conozca del sector aeronáutico y la haga competitiva. Luego incorporaría capital privado para llegar a una empresa mixta”.

• “Con buen management la empresa puede seguir operando, aunque habría que buscar un acuerdo a largo plazo con los gremios y hacerla más eficiente. El país necesita a Aerolíneas. Si se quiere mantener la actual red de servicios, la empresa debería mantenerse en el Estado, pero siempre manejándose con un criterio de eficiencia”.

• “Hasta no saber que política aerocomercial queremos, es difícil opinar sobre que habría que hacer con Aerolíneas”.

• “Resulta indispensable un sistema de aerotransporte nacional, para permitir la integración territorial y social. Ese sistema puede ser eficazmente estructurado por una línea aérea de bandera bajo control estatal, sin eliminar la libre competencia privada con regulaciones para el capital nacional y extranjero como en los países más desarrollados. Una política de Estado, con metas de mediano y largo plazo, debería reestablecer la obligación de rutas-cargo, en la cual todos los operadores que vuelen rutas rentables deben cubrir rutas de baja densidad de tráfico. Aerolíneas debe ser reformateada, eliminando los cargos improductivos. Se debe corregir las inversiones en flota, que sean de última generación con mucho menos gasto de combustible y estándares ecológicos. Lo ideal sería que no necesitara subsidios, pero si fueran indispensables, solo para posibilitar la conectividad socio-económica con destinos puntuales de cabotaje”.

• “Dirigentes idóneos. Visión estratégica de proyección nacional e internacional. Planificación programática, que permita avanzar hacia metas y objetivos pensados y no seguir con un paso adelante y otro atrás. Exclusión de los sindicatos obreros y de facciones partidarias en las cuestiones de conducción empresaria, en la designación de personal y en la digitación de cargos jerárquicos. Inversiones en la modernización y competitividad de todo el equipamiento. Capacitación, de todo el personal en el sostenimiento de aptitudes y actitudes.

• “Que el cliente vuelva a ser lo primero y Aerolíneas Argentinas nuevamente Su compañía".