Aviación News ¦ Edición nº 445 ¦ Jueves 14 de marzo de 2013

EL CRECIMIENTO EXPONENCIAL DEL TURISMO ANTÁRTICO Y LA VINCULACIÓN AÉREA (Continuación)

Está claro que tanto Tierra del Fuego-USH como la región Magallanes-Punta Arenas son los puntos estratégicos más importantes del mundo de vinculación aérea con la Antártida, no solo por su cercanía, sino también porque ambas regiones mantienen un flujo de turistas en temporada alta que las posicionan como las ciudades con mayor demanda potencial de servicios aéreos. Tierra del Fuego, por ejemplo, recibió en la última temporada alta (momento en el cual se puede operar turísticamente vía aérea) un total de 206.000 turistas.

Chile le ha dado prioridad a la cuestión del turismo y la vinculación aérea en la región de Magallanes y la Antártica Chilena. Según las últimas estadísticas de la JAC - Junta de Aeronáutica Civil, nos muestran que la aerolínea privada regional, Aerovias DAP, basada en Punta Arenas, transportó un total de 3.000 pasajeros y realizo 66 vuelos al aeropuerto Tte. Marsh, en la isla Rey Jorge (25 de Mayo en la denominación argentina) Is, Shetland del Sur. Esto significó que casi el 46% del total de los pasajeros transportados y operaciones realizadas en este aeropuerto en temporada alta fueron precisamente de esta línea aérea comercial (el resto lo efectuaron las fuerzas armadas de Chile, Uruguay, Argentina y Brasil); es decir que la operación aerocomercial ha servido como soporte logístico y complemento del sistema turístico por vía aérea.

En el caso de Argentina, que fuera pionera en la construcción del primer aeropuerto del mundo en este continente (base Antártica Marambio) y la propuesta de Kaiken Líneas Aéreas de volar comercialmente en 1994 (incorporando un Dash 7-102 “El Antártico”) no ha desarrollado, por el momento, una vinculación aérea comercial para servir al tráfico turístico con la Antártida (actualmente no existe ninguna línea aérea regional argentina basada en el sur). A los efectos de posicionarse frente a este creciente negocio antártico turístico y complementar la vinculación aérea ya implementada desde Chile, sería necesario previamente reactivar el sistema de líneas aéreas regionales argentino y autorizar el basamento de una línea aérea en la Patagonia, a los efectos de restablecer la conectividad dentro de la misma región, de esta con Chile y, en el corto plazo, la vinculación aérea con la Antártida Argentina; una cuestión a clave a definir en el corto plazo.

La ampliación de la oferta aérea seguramente le dará consistencia a todo el sistema y hará crecer todo el mercado, porque permitirá captar una gran cantidad de turistas (300.000 aproximadamente que hoy visitan ambas regiones) que quisieran visitar la Antártida, pero no disponen del tiempo que le exige un crucero o de suficientes vuelos como para incorporarlos a sus ajustados itinerarios.

El desarrollo sustentable del turismo antártico es un proceso que ya se inició y las posibilidades de un crecimiento cierto de Chile y Argentina como centros mundiales excluyentes, en relación con la vinculación aérea, ya están dadas.