Aviación News ¦ Edición nº 384 ¦ Jueves 12 de enero de 2012

RESPONSABLES DE TURISMO DE LAS PROVINCIAS EN EL ARMADO DE LA PROGRAMACIÓN DE AEROLINEAS ARGENTINAS (Continúa)

Las líneas aéreas, es sabido, no fijan de esta manera sus programaciones de vuelo aunque esto no quita que los especialistas en redes –que Aerolíneas-Austral los tiene, y muy buenos, aunque deben enfrentar la falta de planificación, la improvisación y las presiones políticas- no tengan en cuenta estas variables cuando toman sus decisiones. Pero su trabajo es mucho menos voluntarista y más científico. No solo suelen hacer un relevamiento más profundo, sino que también recurren a investigaciones de mercado, análisis de competencia, simulaciones, etc., cuyos datos luego son cruzados con los recursos siempre limitados, especialmente de flota, con que cuenta cualquier empresa. No hay que olvidar que, en contraposiciones a los pedidos de hubs en el interior y conexiones entre ciudades del interior, el avión más chico con que dispone la dupla Aerolíneas-Austral es el Embraer de 98 asientos. De allí para arriba.

La idea de consultar a los responsables de turismo de las provincias –y otras fuerzas vivas- no es mala si estuviera destinada a mejorar la conectividad de los argentinos y no solamente a disimular las pérdidas de Aerolíneas. La iniciativa sería más útil si estuviera orientada a fijar una política aérea que beneficie a todos los habitantes. Por ejemplo incentivando el desarrollo de aerolíneas de segundo nivel, como Sol, para unir ciudades del interior entre sí, con aviones adecuados a la densidad de tráfico de la ruta, o estimulando la llegada de aerolíneas internacionales que traigan turistas y conecten a los argentinos con destinos que a las empresas nacionales no les interesan. Por ejemplo el vuelo de LAN Perú entre Rosario y Lima, que acerca a los santafesinos al mundo –difícilmente Aerolíneas haga este vuelo porque no hay mercado para ellos-, o los vuelos de Copa del interior a Panamá –Aerolíneas ni siquiera tiene vuelos entre ambas capitales– o TACA a Rosario y Mendoza, por poner solo algunos ejemplos.

O el caso opuesto, el de LAN Perú a Puerto Iguazú, que ante la falta de autorización de la autoridad argentina los vuelos terminaron aterrizando con su carga de turistas internacionales y dólares en Foz de Iguazú.

Sin especialistas en planificación, sin estudios de mercado, sin una evaluación precisa del tráfico comercial –el más importante con excepción de unas pocas ciudades netamente turísticas–, sin contraponer a las buenas intenciones las limitaciones operativas que tiene cualquier línea aérea, esta convocatoria puede convertirse nada más que en “jueguitos para la tribuna”, como dicen los amantes del fútbol.