CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER MOLESTA CON GREMIOS AERONÁUTICOS (Continúa)

Mientras UPSA reclama cubrir puestos que en realidad están atendidos con afiliados de APTA, el gremio que lidera Cirielli sostiene que toda el área técnica tiene que estar en un solo sindicato "porque nos avala el estatuto y las reglamentaciones, y además porque los trabajadores así lo quieren". De lo contrario -argumenta- los jefes de cabina deberían abandonar la AAA y pasar a UPSA, lo mismo que los comandantes, gerentes de operaciones y jefes de flota que de APLA deberían pasar al gremio que nuclea al personal superior. En UPSA se sostiene que Cirielli, distanciado del resto de los gremios de Aerolíneas, tiene un proyecto distinto y busca avanzar permanentemente sobre los demás. Respecto al enojo de la Presidenta, consideran que el momento fue desafortunado, ya que coincidió con el largo conflicto de los petroleros en el sur.

Lo concreto, y lo sorprendente, es que por primera vez en la historia de Aerolíneas el gremio que nuclea a jefes y personal de supervisión habría logrado demorar vuelos, lo que pone en una situación complicada a Recalde cuando desde el Poder Ejecutivo miran con preocupación y fastidio las internas gremiales que afectan el servicio. "Yo me jugué entera por Aerolíneas, que sea de todos; estamos poniendo millones de dólares", enrostró la Presidenta. El primer día con demoras, el 26 de abril, mientras los afiliados a UPSA hacían su asamblea "casualmente" se cayó el sistema. La estrategia, la semana pasada, fue menos sutil: al estar los jefes en asamblea no había quien pagara los viáticos a los tripulantes – azafatas (AAA) y pilotos (APLA) – que estos cobran antes de volar aunque vayan y vuelvan en el día. ¿No podían haber cobrado los viáticos al regreso y evitar demorar los vuelos? UPSA, junto a AAA y APA, responden al liderazgo de Jorge Pérez Tamayo de APLA, a su vez en línea con la CGT de Hugo Moyano. Hay quienes advierten ahora, en esta pulseada entre La Cámpora, que administra la empresa, y los gremios que aglutina Pérez Tamayo, un reflejo de la escalada que a nivel nacional enfrenta a Hugo Moyano con el Poder Ejecutivo. Mientras tanto, un par de días antes, Recalde debió aceptar en el Congreso que las pérdidas de Aerolíneas este año rondarán los US$ 387 millones –hay quienes sostienen que serán muchos más-, el doble de lo pronosticado un año atrás.