EL OPTIMISMO SIGUE MANDANDO EN LA REGIÓN (Continúa)

Todos coinciden que en los 30 años de vida que lleva ALTA la aviación en la región sufrió grandes cambios, pasando de un lote de empresas mayoritariamente estatal, altamente ineficientes y con grandes rojos en sus balances, a ser una actividad observada y admirada por todo el mundo por sus últimos logros. Está claro que muchos nombres importantes quedaron en el camino, sin embargo el proceso de transformación y concentración de los últimos años ha llevado a que algunos de estos grupos hoy sobresalgan a nivel mundial. Un dato significativo es que solo cinco grupos –LAN-TAM, Avianca-TACA, Gol, Aeroméxico y Copa concentran el 75,1% de la oferta en la región. Un proceso de concentración inevitable y necesario que aún no ha terminado, coinciden los líderes de la industria, que se dirige a que sólo dos o a lo sumo tres grupos concentren la actividad en el futuro. Tal certeza hizo que muchos miraran con atención a los dueños de Gol, Aeroméxico y Copa, los tres jugadores de peso que muchos pronostican como los próximos a integrarse a una de las grandes ligas, aunque por ahora lo nieguen.

Pero no todas son buenas noticias. Algunos líderes temen que los gobiernos, que en muchos casos no han entendido la importancia económica y social que esta industria representa, viendo los buenos resultados de los dos últimos años intenten obtener más recursos del sector en vez de incentivar su desarrollo. Uno de los reclamos más reiterados a lo largo de estos dos días fue que los gobiernos no reinviertan en la industria los recursos que de ella obtienen. El sector genera 700 mil empleos y aporta 22 mil millones al producto bruto de la región. Pero los gobiernos -advirtió Roberto Kriete, presidente de ALTA y de Avianca-TACA- solo reinvierten en el sector el 34% de lo que recauda por tasas e impuestos. El tema aeropuertos, donde por caso 6 de los 15 más importantes de la región están hoy altamente congestionados, es un ejemplo de cómo la falta de inversión en infraestructura termina por convertirse en un cerrojo para la industria. Colombia, Brasil y México son los peores ejemplos.

Mientras tanto abundan las legislaciones que buscar penalizar la actividad. Un ejemplo repetido durante el encuentro es México, cuyos aeropuertos fueron reducidos a la categoría 2, mientras que las tres empresas que administran los aeropuertos incrementaron sus ganancias durante el 2009 entre un 25% y un 37%. Otra constaste es la cantidad de aerolíneas que en los últimos años dejaron de volar, empezando por Mexicana.

El pedido de la industria es que se invierta en ella el ciento por ciento de lo recaudado y que se eliminen tasas duplicadas e injustificadas. Unos U$S 250 millones de nuevas tasas están en danza. Los directivos exhortaron a los gobiernos a que imiten a las líneas aéreas buscando eficiencias en sus respectivos sectores.

También hicieron un llamado a los gobiernos para eliminar los requisitos de propiedad sustancial y de los acuerdos bilaterales de transporte aéreo de los que son parte, permitiendo la participación de la mayor cantidad de capitales extranjeros.

Seguridad operacional, eficiencias y medio ambiente fueron los focos de un encuentro que exhibió un controlado optimismo y que reflejó un año con grandes y positivos cambios en el sector, mientras los procesos de concertación y nuevas alianzas se aceleran aquí y en el mundo. Todos pronostican con que la próxima cita en Brasil –aún no se decidió si en Río o San Pablo- será también rica en novedades.