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 Según el fabricante unos 6.000 aviones serán retirados de servicio en las próximas dos décadas, de los cuales 1.200 serán Airbus, por lo que es necesario prever el desmantelamiento y reciclado de los aviones de una forma responsable con el medio ambiente. Un 85% de los componentes de un avión pueden ser reciclados, reutilizados o recuperados. Un elemento importante es que aquellas partes que puedan ser reutilizadas estén identificadas y certificadas para que puedan volver al mercado en forma segura y no a través de un mercado negro de repuestos "truchos". Una parte vital del programa es la separación de los distintos componentes para darles el destino de destrucción adecuado para evitar afectar la ecología.
 Uno de los cambios ya introducidos implica que desde la fabricación del avión las piezas, partes y componentes estén identificados como para producir la retirada ordenada y simple al final de la vida útil. Aunque ya han sometido a este proceso experimental un primer avión -demandó dos años de trabajo-, la idea de Airbus no es convertirse en un desarmadero -"nuestro negocio es fabricar aviones", dicen-, sino vender el programa a terceros. "Simplemente vimos un problema y comenzamos a trabajar en él", señaló Malavallon.
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