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Resulta que una docena de médicos estadounidenses, con importantes ahorros, se decidieron a invertir hace algunos años -seducidos por una ahora desaparecida compañía de inversión aeronáutica Capital Aircraft, basada en Springfield, Illinois- en lo que parecía una segura, pasiva y excitante inversión internacional privada, colocando importantes sumas de dinero en American Falcon y en dos compañías de responsabilidad limitada, ROTFL y Alpha Foxtrot, que fueron formadas para comprar y alquilar aviones a la aerolínea.
Hoy, 5 años después, se encuentran víctimas de lo que parece ser una compleja serie de actos que los llevaron a una pérdida financiera total, denunciando a Fayez Chehab, CEO de American Falcon, ante una Comisión Federal Norteamericana (RICO, su sigla en inglés Racketeer Influences and Corrupt Organization) que ahora lo investiga por "malversación de fondos y conducta mafiosa en la organización". La acusación no recae solamente en el empresario de origen libanés, y que también incluye a Willis Chrans, socio estadounidense de Chehab, los principales directivos de Capital Aircraft y los máximos directivos del Banco de Springfield, una pequeña entidad bancaria de Illinois con 3 sucursales que realizó prestamos directos por más de u$s 3 millones para American Falcon y de más de 9 millones a las mencionadas entidades aéreas garantizadas por los demandantes.
La acusación incluye violaciones a las leyes de RICO que causaron una pérdida de u$s 5 millones a los inversores, ocultamiento fraudulento y enriquecimiento ilícito. Los asesores contratados por los demandantes rápidamente notaron que algo olía mal cuando en su segundo día en las oficinas de American Falcon, Chehab anunció que se habían cancelado las acciones de los inversores y se rehusó a proveerles información adicional. En otros alegatos, acusan a Chrans de saldar en julio de 2004 -a sólo horas de renunciar como gerente de la aerolínea- las cuentas pendientes de Chehab con las dos compañías de aviación que totalizaban u$s 5.096.885 que debía American Falcon por la insólita suma de 40 dólares. Mientras tanto la Asamblea en Buenos Aires debería estar definiendo el futuro de la compañía o lo que queda de ella.
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