El verdadero arte malagueño

 
Málaga es famosa en todo el mundo por su excelente clima (no es casualidad que su litoral sea conocido internacionalmente como Costa del Sol), sus más de 150 kilómetros de playas y su exquisita gastronomía, donde el “pescaíto frito” se lleva todas las alabanzas. Pero la ciudad andaluza viene dispuesta demostrar que en su interior, concretamente en el de sus museos, también tiene mucho que ofrecer.

 Málaga, donde la cultura es capital


Ese es el lema con el que la ciudad se promocionó en la edición 2015 de Fitur, un evento en el que además presentó sus dos principales apuestas culturales de este año: el Centre Pompidou y la primera filial española del Museo Estatal Ruso. De esta manera, Málaga se convierte en la tercera ciudad en oferta cultural (por detrás de Madrid y Barcelona) lo que ha supuesto un notable aumento del turismo. Según su alcalde, Francisco de la Torre, “Málaga cuenta con una oferta cultural única y en continuo crecimiento, y es también un destino accesible, atractivo y bien conectado a los principales mercados de todo el mundo”.


 

Centre Pompidou de Málaga

Que nos perdone la Torre Eiffel, pero poco tiene que envidiar Málaga a la ciudad del amor desde que el 28 de marzo de 2015 se abriera la primera sede construida fuera de Francia de este mítico centro de París. No pasa desapercibido, y parte de la culpa la tiene su situación en un enorme y colorido cubo de cristal de 16 metros de altura, obra del arquitecto francés Daniel Buren. Una situación idílica y bajo él, todo un recorrido por el arte de los siglos XX y XXI con obras de Picasso, Giacometti, Frida Kahlo, Brancusi, Bacon… En su colección permanente se tratan cinco temas: Metamorfosis, Autorretratos, El hombre sin rostro, El cuerpo político y El cuerpo en pedazos.


 

 

 

 
Colección del Museo Ruso de San Petersburgo

 

Siguiendo con el propósito de Málaga de convertirse en un verdadero escaparate artístico, desde marzo de 2015 la ciudad es subsede del Museo Estatal Ruso de San Petersburgo. Este espacio alberga varias muestras que se renovarán anualmente y que ofrecerán un interesante recorrido por la historia del arte ruso y su relación con la cultura europea, además de exposiciones temporales. Pero si pensabas que la oferta de este particular recinto acababa con las colecciones de arte estabas muy equivocado, porque además el centro dispone de un auditorio, tres salas de proyección y talleres infantiles. En definitiva, lo que se ha propuesto este centro es convertirse en una ventana por la que asomarse a Rusia.


 

La importancia de Picasso en Málaga

El Museo Picasso Málaga, en la calle San Agustín 8, es el más visitado de toda Andalucía y puede presumir de ser el museo que inició, hace once años, la transformación cultural de la ciudad donde nació el artista que le da nombre. De hecho, el lugar es el resultado del deseo de Pablo Picasso de que su obra estuviera bien presente en la ciudad que le vio nacer en 1881. Desde su apertura en 2003 ya son más de cuatro millones las personas que han visitado el Museo Picasso Málaga, cuya colección permanente está compuesta por 233 obras del autor realizadas con distintas técnicas (óleos, esculturas, cerámicas y grabados, o dibujos). A esta explosión artística hay que sumar además las exposiciones temporales que realiza el museo (Cézanne, Matisse, Miró o Renoir son algunos de los autores más aclamados).
Foto: klublu / Shutterstock.com


 

 

 

 
Una red de museos que no deja de crecer

La oferta cultural malagueña va desde la vertiente más actual, cuyo principal símbolo es el Centro de Arte Contemporáneo (calle Alemania s/n) hasta la pintura española del siglo XIX, traída por el Museo Carmen Thyssen de Málaga (calle Compañía 10), abierto como una extensión del madrileño. Y si además tenemos en cuenta el Museo del Patrimonio Municipal, el Museo del Vino o el Museo Automovilístico, entre otros, a nadie le puede sorprender que la capital costasoleña sea la envidia de muchas ciudades del mundo. Así que ya lo sabes: cuando te digan que en Málaga hay mucho arte, no creas que se refieren solamente al salero de los andaluces.
Foto: Museo Carmen Thyssen